martes, 27 de mayo de 2008

LOS PADRES QUE PERDIERON A SUS HIJOS PODRAN TENER OTRO NIÑO

China anunció ayer que va a flexibilizar la política de hijo único para las víctimas del terremoto que el pasado día 12 sacudió la provincia de Sichuan, suroeste del país, dejando 65.080 muertos y 23.150 desaparecidos, según el último balance. El Gobierno provincial aseguró que aquellas familias cuyo hijo murió, o resultó gravemente herido o incapacitado, podrán obtener un certificado que les permitirá tener un nuevo vástago. La medida afecta, de momento, a Chengdu (la capital provincial) y a dos de las poblaciones más castigadas por el seísmo: Dujiangyan y Pengzhou.
El terremoto fue particularmente doloroso para muchas familias, que perdieron a su único hijo, ya que casi 7.000 aulas resultaron destruidas, sepultando a miles de estudiantes. Esto ha provocado la indignación de muchos padres, que culpan a la mala calidad de las construcciones y a la corrupción del desplome de los colegios, cuando edificios cercanos resultaron menos dañados. El Gobierno no ha dado una cifra oficial de alumnos muertos.

La decisión de las autoridades de Chengdu ha sacado a la luz algunos recovecos del sistema de control de natalidad chino. Si el niño fallecido era ilegal, los padres no tendrán que pagar la multa que normalmente se impone a quienes incumplen la estricta normativa. Si el fallecido era legal y tenían otro que era ilegal, éste podrá ser registrado y pasará a ser legal; un paso importante, ya que podrá disfrutar de derechos -antes negados- como los nueve años de educación obligatoria gratuita. La política de hijo único, adoptada a finales de la década de 1970 para controlar la superpoblación, limita a uno el número de descendientes por familia, aunque hay excepciones para las minorías étnicas y los habitantes de muchas zonas rurales cuando el primer nacido es niña. También pueden tener un segundo descendiente aquellas parejas en las que ambos son a su vez hijos únicos.

Sacado del Pais.com


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